martes

La nada misma

Se des-contractura el lenguaje
y espero que en tu luna haya poesía.
¿Para qué hace falta pensar en rimas?
La verdad no es dulce,
es verdad y punto.

Pensar en decir combustiona.
La posibilidad del ausente
que retumba en las paredes.
Son las mañas de lo insolvente
o la pregunta que no espera.

No es desesperación.
es un tornado sin nombre,
con dudas y distancias,
como esas películas francesas
en las cuales no pasa nada.

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