martes

Fiero

Como parte de algo
de eso que no sabes que es,
ni lo vas a saber.
Entre silencios prefiero la noche,
y solo comparto libre
cuando es y se mantiene interesante.

“todavía me parezco muy simpático”
                                                (T.Tzara)

La nada misma

Se des-contractura el lenguaje
y espero que en tu luna haya poesía.
¿Para qué hace falta pensar en rimas?
La verdad no es dulce,
es verdad y punto.

Pensar en decir combustiona.
La posibilidad del ausente
que retumba en las paredes.
Son las mañas de lo insolvente
o la pregunta que no espera.

No es desesperación.
es un tornado sin nombre,
con dudas y distancias,
como esas películas francesas
en las cuales no pasa nada.

Atravesando ese plástico

En cada circo envenenado
hay un espacio capcioso
de mártires y moribundos,
mientras por en medio se ilumina
con una media luz poco divina
casi maldita.

Son los sentidos que saben,
y de paso, suben,
sienten y huelen.
Y todos los ruidos que traigas
ya te estaban invadiendo,
a escondidas, como un delay o eco,
despacito casi tanteando.

Entonces a todo es miedo
y con todo ese miedo,
de la nada te metes al bosque.
Podría ser la forma ideal
de lo que tu ansiedad imagina,
la que sea, del color más duro.

Está pasando otra vez.

lunes

Parte

Tal vez la claridad
dijo un día
que no deseaba iluminar
entonces partimos,
parimos,
toda aquella fuerza contenida
para depositarla en el fuego
que aun no se había creado.

Soltar lo sentido
y de a poco digerir lo real,
y lo que se ve es bastante poco.

Es buena fortuna entonces
sentirse caballo, centauro, minotauro.
Algo,
que quiebre la noche
y abrace al silencio.

Crecen las distancias y es tan extraño todo tanto

Quisiera entenderte
congoja mutilante,
que a veces hace eco en la tierra,
y no hay mas dicho
si en los bordes trasporta
un bisiesto.

Quisiera entenderte porque,
¿cuál es el real motivo?
es la indisposición entera,
un vacío sideral,
en carne un sueño débil,
como perder el hambre de lo perdido
aunque todavía no se entienda
el sabor.

Es una estática,
hormigueante,
una señal desaparecida,
un puñal invisible,
una especie de mutante
con rotos espejos.

Desanudado
así, todo distinto,
no es perpetuo
es un aire viciado,
una telaraña en la mano,
un tic nuevo,
o simplemente la ansiedad,
ya que no me estaría enterando
donde se ubica
el agrado.