viernes

Dibujándote palabras y flores

A mil ramos seguiré siendo
todas las palabras aglomeradas,
de flores cortadas en lo culmine,
de ser aforismos de esperanza.

En toda esa carne encuentro,
mil ramos, mil palabras, mil sueños,
que hablan y aromatizan el silencio
cuando se llega al ser compuesto.

A cada segundo creando
los caminos de cada dedo y cada mano,
para disipar los contextos desordenados
y ser presos de nuestro cantar,
desvelado.

A mil ramos seguiremos siendo
todas las palabras imantadas,
de flores naciendo en otoño,
de ser canciones celebradas.

A la suerte desvelada

Adivinar
cuáles son los poderes
que se encuentran intactos,
sin saber por dónde caminan
las sensaciones vertiginosas
de las tierras
con aromas vírgenes.

Adivinar

lo que se escapa de madrugada,
como si fuera el sol
hecho de sales inasibles,
o el espectro del vecino
que habita en sus placeres
y se regocija en el medio de la noche.

Adivinar 

cuáles son las fuerzas
precipitadamente vírgenes,
las intocables luces
de la inconmensurable.

De avispones y flores vírgenes

Zumban al silencio
los avispones nocturnos
que no saben lo que buscan,
que no esperan ni descansan,
que partidos vuelven
para arrastrase en la mañana.

Zumban a distancia
recorriendo los extremos,
mientras las luces se deshacen,
mientras duermen vuestras madres,
que desarmarán el descanso
acumulando horas y minutos,
para explotar en una esquina
de motores, hierbas, zorras y cianuros.

miércoles

Niebla vital

Vislumbrar la mirada
como abrir el cielo
despejando el viento
sembrándolo en humo.

Nuestros ojos se espantan 
si la luz desenfrenada
no toca el suelo en halos
para que irradiemos despacio.

Esparciremos la niebla,
que rodeándonos granulada,
a la vista del sueño preparada,
nos muestra el camino de la noche 
que se desdibuja,
si no sabemos ver la vida 
de manera iluminada.

La siempre-durante

La siempre-durante que atraviesa,
todo aquello que se encontrará,
y de tanto tanto querer quiere,
lo concreto a desintegrar.

La siempre-durante que atraviesa,
todo aquello que se encontrará,
y de tanto tanto querer quiere,
lo sincero que se fue a jugar.

Y al saber que salió a la luz,
pensaba, iba pensando si había más,
y de tanto tanto querer quiere,
lo más importante sin pensar.

La siempre-durante que atraviesa,
todo aquello que ya no está más,
y de tanto tanto quiso mucho,
pues lo consistente es la verdad.

Piensa

Desesperadamente piensa,
bajo plumas amarillas
que se sacuden en hondas
sobre blancos cubos negros.

Piensa para llegar más lejos,

entibiado de sales,
como un baño de viejos cuentos
de paciencia y calma, 
despeje de un centro enfermo.

Piensa y se cansa,

para convertir las ideas
hay que excavar más lento,
así poder alejar la náusea,
encontrando la fórmula
de ponerle freno al desenfreno.