lunes

La estética y el jazz

Se despide la imaginación
del calor del entendimiento
y la forma se desintegra,
mientras nacen como nubarrones
unos treinta y cinco colores.

Entre tantos juicios de valores
entre tantos tintes y tonos
se expande la línea,
que recorre lentamente
la quietud del movimiento.

Se despide el cuerpo
que oye cantos susurrantes,
canciones enamoradas y desencontradas,
mientras las palabras no importen,
los metales se transmiten
con un sutil eco.

jueves

Los nadie

Como centros distantes
que enumerados se ven desnudos,
huyen de la historia
con su propio verbo del cuento,
memorizado y vuelto a memorizar
para que en el escape
cruja menos el gran golpe
de los sucios regalos
del contrincante.

Como centros distantes,
paralelas eternas, longevas,
hondos, separadas, irremediables,
que a pesar de su marca
no quieren interacción con el todo,
y se disipan en el zumbido confuso,
desprotegidos del sueño,
nihilistas sin amo ni dueño.

domingo

Ellos

Los objetos buscan su espacio,
sus caras se ignoran con recelo
guardando sus espaldas frías
agrupándose en esquinas o centros,
se observan quietos
paralelos
expectantes a su gracia,
de comerse todo un sujeto
de a pedazos o entero.

viernes

Encantado

Las cuentas como un cuento,
un cuento que encanta y cuenta
que de tanto en tanto
ha perdido nuestros cantos,
que para encontrar espantos
cuenta tanto como un cuento
de encantos por espantos
sin contar los kilos de kilómetros
que se cruzan para encantarse
contando espantos en pasos largos,
como pisadas pesadas
que poco y nada le importan
los cuentos.

martes

En el nombre del hombre

Los nombres
se separan de su peso
alzando su vista
que se desintegra
con tan sólo un beso.

Las manos
se fundan en el fuego
atemorizadas, perdidas,
que se integran
para empezar de nuevo.

Los hombres con su peso y sus nombres
con sus manos y temores
se desintegran y reintegran
con sus nuevos besos
con sus nuevos sabores.